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| Icónica portada con un mensaje plenamente vigente | 
El próximo 24 de septiembre se cumplen 25 años (¡cómo pasa el tiempo!) de la publicación de 
Nevermind de 
Nirvana, "el disco que lo cambió todo" (según la revista 
Spin). No estoy seguro de si lo cambió todo, pero, desde luego, cambió las reglas del juego en el panorama musical de un modo que no se ha vuelto a ver desde entonces.
Hace 5 años, se publicó una edición "
de luxe", bastante completita, que creo que será la definitiva. Todo el que no la tenga ya, que se haga con una copia: incluye el disco tal y como se editó (que ahora comentaremos brevemente), la mezcla alternativa (
Devonshire mixes) que se desechó, así como demos y directos de la época.
Con Nirvana, el 
underground se hizo 
mainstream y el llamado (por la industria y la prensa musical) grunge llenó la estanterías de las tiendas de discos de todo el planeta, pillando a medio mundo con el pie cambiado.
Además de 
Nevermind, ese mismo año se publicó el "
Black album" de 
Metallica (que popularizó el 
heavy metal a unos niveles desconocidos). También salieron al mercado los dos volúmenes de 
Use your illusion de 
Guns 'N Roses. O sea, que no estamos hablando de unos años de sequía en lo que a creatividad musical se refiere.
Pero 1991, será el año de la eclosión de 
Nirvana y del 
grunge. Antes de esta fecha, ya estábamos asistiendo a la popularización de la música alternativa: son los años del 
crossover de bandas como 
Faith no more, los hoy masivos (y completamente repetitivos) 
Red Hot Chili Peppers, 
Fishbone o 
Living Colour entre otros. Los grupos que dominan la industria musical son las bandas del (mal llamado) 
hair metal, grupos de 
hard rock como 
Poison, Mötley Crüe, L.A. Guns, Ratt y muchísimos más llenaban las portadas de las revistas musicales de 
Rock de medio mundo.
Cuando salió 
Nevermind, todo ésto sonó caduco y viejo. Carreras enteras (muy prometedoras) se vieron cortadas de repente. Sólo interesaba el 
grunge y lo que se podía asociar a este género. Todo lo que venía de 
Seattle (cuna del 
grunge) tenía eso sello de "calidad" que buscaban. Pero 
Nirvana sólo hubo unos.
Y 
Nirvana eran 
Kurt Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl. Antes de 
Grohl estuvo 
Chad Channing a las baquetas. Y también, brevemente, formó parte de 
Nirvana Jason Everman (segundo guitarrista; el tipo con más mala suerte del 
Rock ya que fue echado de 
Nirvana y de 
Soundgarden antes de que éstos obtuvieran el éxito masivo). E incluso podríamos mencionar a 
Pat Smear (que fue segundo guitarrista en los momentos finales de la banda).  Bueno, 
Cobain, Novoselic y Grohl. Estos tipos son los que grabaron 
Nevermind (y los posteriores discos de la banda), por lo que nos referiremos a ellos como 
Nirvana.
Nevermind es un disco excelente. Lleno de rabia, pero con melodías. Con unas letras incisivas que criticaban muchos aspectos de una sociedad decadente. Y eso era fundamental para unos adolescentes (iba a cumplir 14 años) que nos enfrentábamos a lo que fuera, lleváramos razón o no.  Cuando vi el vídeo de 
Smells like teen spirit en la televisión española (en 
La 2) nos quedamos flipados. Estos chicos sonaban enfadados y no necesitaban de hacer solos de guitarra. El caso, es que, al poco, nos hicimos con el disco y, enseguida, se puso de moda. Parecía que Nirvana era justo lo que estábamos esperando. Lo que no me gustó, fue que se hicieran tan masivos. En la época, lo que alcanzaba el éxito masivo lo veía como algo que no era auténtico, algo falso. ¡Qué equivocado estaba!
El disco estaba publicado por un sello grande (
Geffen Records) y fue producido por el entonces casi desconocido, 
Butch Vig, cuya tarea fue la de hacer menos crudo el disco grabado por la banda (algo que ellos criticaron abiertamente). Sin embargo, el disco sonaba y suena de un modo magnífico a día de hoy. Es cierto que la versión "cruda" es mejor, en mi humilde opinión, pero lo que se publicó en 1991 apabulló a las masas (ha vendido unos 24 millones de discos).
Smells like teen spirit (el título está inspirado en un anuncio de desodorante) es una versión del 
More than a feeling de 
Boston en su estructura musical. Fue el primer single del disco y el que lanzó a esa espiral de fama a 
Nirvana. Esa misma fama que acabó con la mente de 
Cobain. El resto de los temas, ya sean 
Come as you are, Stay away, Territorial pissings, Breed, Lithium o cualquiera de las 12 canciones que componían el disco seguían en esta línea y llenaron mi cabeza durante muchos días.
Pronto me vi vistiendo al modo 
grunge (es decir, pantalones rotos, ropa vieja -usaba una chaqueta de ante de mi padre; camisas de franela de cuadros, jerséis de lana de rayas -a lo 
Freddy Krueger; barba y pelo largo descuidado). Y como yo, la amplia mayoría de la muchachada mundial que cayó bajo la influencia del 
grunge. Supuso el último movimiento musical masivo.
Pero ¿qué es el 
grunge?. Según los medios de la época, por 
grunge se entendía a la música que venía de 
Seattle, a ser posible en los grupos que publicaba el sello 
Sub Pop Records (recordar que en 
Murcia hubo una tasca o pub llamado 
Sub Pop), y que hacían una música que tenía evidentes influencias del 
Punk, del 
Rock alternativo, del 
Hardcore americano y con influencias de los '70. Además de 
Nirvana, los grupos que definieron el 
grunge fueron 
Pearl Jam, Alice in chains, Soundgarden, Screaming Trees, Mudhoney, Melvins, Tad... Me dejo muchos nombres. El sello 
Sub Pop estaba en el origen de muchas de estas bandas, que además, eran producidas por 
Jack Endino o 
Steve Albini (preferentemente).
Una cosa es cierta: la música que surgió con el 
grunge tiene una calidad indudable y ha dejado auténticas obras maestras. Fue un fenómeno que duró poco, ya que se fue diluyendo con la muerte de 
Cobain (que se suicidó en 1994 -ahora me acuerdo de que estuve a punto de ir a ver a Nirvana en uno de sus últimos conciertos, gira de 
In utero, y no lo hice). Las grandes bandas, como 
Soundgarden o Screaming trees, se separaron o fueron aplazando sus discos (el caso de 
Alice in chains por los problemas con las drogas de 
Layne Staley -que moriría por sobredosis en 2002).
Tras el suicidio de 
Cobain, la popularidad de Nirvana se disparó aún más. Durante unos años, era imposible no cruzarse con varias decenas de jóvenes que llevaran algún elemento con su cara o el nombre de 
Nirvana. Recuerdo que lloré por 
Cobain y le hicimos un pequeño homenaje musical el día que nos enteramos. Pero después, aborrecí todo lo relacionado con ellos. No soportaba la explotación de su imagen y, de hecho, no volví a escuchar a 
Nirvana hasta la reedición de 
Nevermind del 20 aniversario. La música y el mensaje allí contenidos siguen plenamente vigentes a día de hoy.
Con el triunfo de 
Nirvana muchas de estas bandas firmaron por 
majors (sellos dis
Soundgarden, Pearl Jam y Alice in chains se hicieron masivos igualmente (y por méritos propios evidentemente). El resto, no tanto. Lo que está claro, es que el éxito de 
Nirvana dejó un panorama musical mucho más abierto que nos dejaría un gran número de discos memorables a lo largo de la década de los '90 (y de principios del '00). Una última era dorada llena de nombres irrepetibles y de momentos de creatividad no superados.
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| Puede que no lo cambiara todo, pero rompió muchas barreras y prejuicios musicales. Un disco imprescindible que captura el espíritu de una época. |