Fabulous!

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miércoles, 25 de octubre de 2017

The Crow por James O'Barr


A veces de los hechos más terribles surgen obras que son hermosas. De entre las cenizas de la tragedia es posible que florezca la belleza en formas diferentes.


Es este el caso del famoso cómic The crow, que germinó de la tragedia personal de su autor James O'Barr. Debido a la pérdida de su novia en un accidente de tráfico (atropellada por un conductor borracho que se dio a la fuga en 1978), O'Barr se sumergió en las oscuras agua de la culpa, llegando casi a morir él personalmente en un viaje sin retorno.


De esos años oscuros surgió una oportunidad de redención, aunque fuera, al menos a nivel de ficción, a través de The crow. una historia, narrada y dibujada por el autor de un modo completamente underground. Una historia de venganza de ultratumba en la que el autor daba rienda suelta a su rabia y a su dolor, a la par que podíamos entrever un profundo sentido del romanticismo (hay evidentes ecos del genial pintor Caspar David Friedrich en algunas viñetas).


Amor y muerte, Eros y Thánatos, unidos en este viaje donde el autor, completamente libre de ataduras da rienda suelta a sus influencias góticas, expresionistas, caricaturescas en ocasiones, con pinceladas de un estilo punk que se refleja en los personajes que pululan por ese Detroit oscuro y peligroso. Una de las influencias más claras que se aprecian en el personaje principal de Eric Draven es la de Iggy Pop (sólo hay que echar un vistazo ese torso contorsionado para ver ahí a La Iguana, que aparecería en la secuela -prescindible- de la película).


Como decíamos anteriormente, nos encontramos ante una obra independiente, que fue rechazada por numerosas editoriales y que cuando se publicó en 1989 (aunque el autor llevaba trabajando en ella desde 1981) se convirtió en el cómic underground más exitoso hasta el momento.


Esto abrió el camino para muchos autores que vinieron después. Dotó de más libertad a un medio que necesitaba aire fresco para renovar el trabajo de las 2 grandes editoriales del cómic, basado en la explotación continua de sus personajes.

Ahora que se acerca Halloween, es una gran época para recuperar este cómic (la versión especial con material añadido es una joya publicada por Glénat en 2011) y/o su primera adaptación cinematográfica (de la que ya hablamos en una entrada anterior). Una obra atemporal.


El autor ha reutilizado el personaje de The Crow en varias ocasiones más. Y no todas han sido afortunadas. Aquí me gustaría mencionar las series cortas de The Crow: Curare y The Crow: la piel del lobo. Guión de O'Barr para unas obras con dibujantes distintos pero con un trasfondo común: la culpa y la redención.

Lo dicho, una lectura o un visionado (o ambos, ¿por qué no?) muy apropiada para las fechas que se avecinan.

jueves, 8 de junio de 2017

Censurado: Las portadas de Sticky fingers

Icónico logotipo de la banda más grande de todos los tiempos. Inspirado en la boca de Mick Jagger.

Hoy una breve entrada sobre un sonado caso de la censura franquista.

Simplemente impresionante el diseño y la ejecución de este clásico del Rock.

El año de 1971 vio la publicación de Sticky fingers de los Rolling Stones. El primero de los discos en el que colaboró (en su totalidad) el genial guitarrista Mick Taylor, iniciando así el grupo una de sus épocas doradas.
La carpeta interior continuaba con el diseño global del vinilo. Coherencia y provocación con estilo. Parece ser que, a pesar de los rumores difundidos por el mismo Jagger, Warhol utilizó a varios modelos para esta icónica portada paquetera que crearía escuela.

Bien, pues en España, la portada original que diseñó el artista pop Andy Warhol fue considerada ofensiva por la Iglesia católica, encargada de velar por la moral de todos los españoles. Esa entrepierna enfocada en primer plano, que además incluía una cremallera de verdad (que se podía subir y bajar al antojo), toda una genialidad por parte del artista, no pudo verse en España hasta muchos años más tarde.
Fotografía interior con los miembros de los Rolling: Charlie Watts, Mick Taylor, Bill Wyman, Keith Richards y Mick Jagger. Genio y figura.

Sin embargo, a pesar de que la censura se encargó de sustituir esa portada también otros países como Taiwan, el caso español es mucho más conocido por la relevancia que tuvo la portada que se encargo para sustituir la original. En este caso, se optó por un diseño de John Pasche (quien también retocó la famosa idea original de la boca y los labios -de Ernie Cefalu, que cobró 200 dólares por ello- que se convertiría en el logotipo oficial de la banda; que aparece por vez primera en este pedazo de disco) y una fotografía original de Phil Jude.

Imagen explicativa de este icónico diseño, que hoy podemos "disfrutar" en todo tipo de objetos y memorabilia que podamos imaginar. Las camisetas en las grandes cadenas de moda serían uno más de éstos.


Cuando se editó oficialmente en la Rusia, en 1992, se cambió la portada original por esta otra. Una modelo femenina (no vaya a ser que nos equivoquemos de bando) con un cinturón con una hebilla con el símbolo comunista, la hoz y el martillo. Sin comentarios.

El disco editado en España, hoy una cotizada pieza de coleccionista, mostraba una lata de melaza de la que emergían unos dedos femeninos. Algo, desde luego, mucho más escabroso, que podría enlazar fácilmente con el naciente género cinematográfico del slasher.

Muy truculenta. Se eligió esta marca de melaza en concreto porque era la más espesa del mercado. La modelo, obviamente oculta bajo la lata, trabajó muy incómoda para lograr este resultado impresionante. A mí, particularmente, esta portada me parece mucho más provocadora y turbadora.

Para acabar, señalar la enorme influencia que esta tremenda obra de arte transformada en portada de disco ha tenido. Pues, no han sido pocos, los homenajes que ha recibido dentro del mundo discográfico. Yo aquí solamente voy a ilustrar con el álbum de debut de mis adorados Mötley Crüe, por otra parte, toda una declaración de las intenciones de la banda precursora del sleazy Rock.

El paquete de Vince Neil (frontman de Mötley Crüe y genuino cock rocker de la vieja escuela) ocupó el primer plano. Toda una declaración de intenciones. 


sábado, 3 de junio de 2017

Despidiendo a Chris Cornell



Soundgarden, cuyo nombre proviene de una escultura de Seattle

Han pasado ya unos días en los que he tratado de recuperarme del shock que me supuso la muerte de Chris Cornell. Su suicidio con solo 52 años me parece una tragedia terrible. Me ha costado mucho ponerme a escribir estas líneas a modo de pequeño homenaje para alguien que me seguirá acompañando durante el resto de mi vida con ese vozarrón que se desgarra en cada canción, esos aullidos que llenan el estéreo y se te clavan en el alma. No hay duda de que el mundo es un lugar peo ahora que ya no está entre nosotros.

La voz de Cornell siempre fue una de las grandes bazas del grupo, que tenía un sonido que mezclaba las influencias clásicas (Zeppelin, Sabbath,etc.) con la psicodelia, el punk o el blues



Se trata de uno de mis grandes ídolos de juventud, de esos años (a)dorados de adolescencia, en los que nos vamos formando como personas, construyendo nuestra identidad a base de leer, mirar (y escuchar) aquí y allá.
La formación clásica (que no la primera) de Soundgarden: Chris Cornell (guitarra y voces); Kim Thayil (guitarra principal); Matt Cameron (batería y percusión); Ben Shepherd (bajo)

Sin duda alguna, la generación de artistas Grunge, el considerado por muchos como el último gran movimiento musical, fue una de las más fructíferas en lo musical. Surgieron grandísimos grupos con un buen puñado de discos memorables, cuando no obras maestras absolutas. Algunos de ellos tuvieron éxito, de un modo rotundo, mientras que otros pues, no tanto. Pero, en el plano personal, las personalidades de varios de estos artistas estuvieron marcadas por la tragedia o la adicción (o ambas): los nombres de Andrew Wood, Layne Staley o Kurt Cobain son muy conocidos por todos. Ahora debemos sumar el de Chris Cornell a estos.


Andrew Wood una Rock star nacida fuera de tiempo, cuya muerte llegó antes incluso de la publicación de su primer disco
Cobain, el mártir del Grunge. Incomprensión y genialidad más adicción = muerte trágica
Layne Staley, la voz más personal del movimiento. 
El joven Cornell desfogándose en directo

Nirvana, Soundgarden, Pearl Jam y Alice in chains, que serían los Big 4 del Grunge, construirían la banda sonora de una generación entera (junto con otros músicos y grupos). Algunos de sus canciones seguirán para siempre con nosotros.

Badmotorfinger iniciaría una trilogía maravillosa a la que le seguirían Superunknown y Down on the upside, que sería su último álbum hasta la reunión de hace unos años.

No voy a entrar a comentar otros aspectos sobre su carrera profesional fuera de Soundgarden. En lo que a mi respecta, el siempre será el cantante de esta gran banda. Canciones como Burden in my hand, Black hole sun, Rusty cage, Outshined y tantas otras seguirán resonando en mi cabeza por siempre.

Vídeoclip de Jesus Christ pose







jueves, 4 de mayo de 2017

La tetralogía templaria de Amando de Ossorio




Es curioso cómo el dicho que reza "nadie es profeta en su tierra" se hace más que evidente en el cine de género hecho en España. Y es aún más sangrante, si cabe, con el cine fantástico o, usando el término que se acuñó en la propia piel de toro, fantaterror.


Nombres como Paul Naschy o Jesús Franco (Jess Frank, entre otros seudónimos) son, desde hace muchos años, figuras de un culto internacional que no para de crecer.






Personajes tan poliédricos como Narciso (Chicho) Ibáñez Serrador comienzan ahora a recibir un merecido homenaje en la tierra en la que desarrollaron su carrera.




Pero, entre toda la maraña que compone el género fantaterrorífico patrio (muy abundante desde 1970 hasta 1975, con ejemplos reseñables antes y después de esas fechas), hay que destacar la figura de Amando de Ossorio, un gallego que se especializó en el género fantástico (aunque también realizó otro tipo de filmes). Él siempre conoció sus limitaciones como cineasta (bastante evidentes en sus películas, por otra parte), siendo bastante humilde (este aspecto es menos habitual) cuando hablaba sobre sus creaciones. Hay que señalar que no tenía ningún tipo de formación cinematográfica, siendo un autodidacta (era periodista de profesión y llegó a trabajar en RNE). Sin embargo, por su formación pictórica, encontramos algunos aspectos interesantes.


Dentro de su obra fantástica, destaca, por encima de todas, la saga que dedicó a los monjes templarios, una tetralogía que comprende los siguientes títulos, en orden cronológico, realizados entre 1971 y 1975:


  • La noche del terror ciego.
  • El ataque de los muertos sin ojos.
  • El buque maldito.
  • La noche de las gaviotas.




Semejante saga no se había visto nunca antes por estas tierras y, merece una revisión crítica y una edición en condiciones. Es triste para mí contemplar que no existe más que ediciones piratas en España de algunas de sus películas, mientras que en Reino Unido se puede disfrutar de un cofre de lujo que contiene las 4 películas de la saga, un documental (imprescindible) sobre su figura, y un libreto donde se comentan detalles jugosos para los aficionados. 


No. No se trata de obras maestras indiscutibles. No se trata de Ciudadano Kane o de Vértigo, pero son obras de un evidente encanto y que tienen mucho (bueno, algo) del acervo cultural y social que se vivía en esos años en España. De hecho, si hacemos caso a Phil Hardy, los monjes templarios serían los representantes del conservadurismo moral en la España franquista, agentes de la represión.


No son grandes películas pero sí tienen grandes momentos. En cada una de ellas, hay varias escenas que impresionan por su audacia (el hecho de que se convirtieran en películas de gran éxito en mercados internacionales y el que hayan sido reivindicadas por grandes cineastas de nuestros días ratifica lo dicho arriba). Y todo ello, al mismo tiempo del carácter de explotación que tienen (en este caso, está claro su referente: La noche de los muertos vivientes (Night of the living dead) de George A. Romero. Además, debemos tener presente el paupérrimo presupuesto con el que se contó, lo que lastró, en algunas ocasiones, el resultado final de las mismas. Y, por si fuera poco, habría que considerar la falta de unos efectos especiales en condiciones. Esto se debe a lo costoso de los mismos y a la ausencia de unos grandes especialistas patrios (eran muy escasos).


Lo realmente especial de esta saga de filmes es la creación de unos seres completamente nuevos a partir de elementos nacionales: la fuente está en los Cuentos y leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer. A la fuente literaria, se le añadirá el elemento zombie (aunque, en este caso, no se trata de muertos vivientes sino de monjes inmortales). Con el tiempo, en las últimas películas de la saga, también veremos gotas de ciencia-ficción (la dimensión paralela en la que se mueve El buque fantasma), la leyenda del holandés errante e, incluso, toques lovecraftianos (en esa deidad marina adorada por los lugareños del poblado). Como vemos, todo un cóctel de lo más sugerente (en mi opinión) que se aleja de los tipos iconográficos clásicos del terror fantástico: hombres lobo, momias, vampiros...

Se quejaba Amando de Ossorio a los productores de qué iba a hacer para continuar con las andanzas de estos monjes templarios sanguinarios: en la primera parte van a caballo; en la segunda, también les vemos a pie; en la tercera, surcan las aguas (y el tiempo); en la cuarta, se alían con otras fuerzas más poderosas.


Todas sus películas sobre los templarios fueron exitosas, si bien la última, obtuvo menores beneficios lo que propició el fin de la saga templaria. Hasta nuestros días, cuando, en formato cortometraje (El último guión) se han recuperado. Se comenta (no hay nada oficial al respecto) la posibilidad de haber hecho una quinta película en la que los templarios medirían sus fuerzas a Waldemar Daninsky, el hombre lobo encarnado por el "monstruo nacional", Paul Naschy. Incluso, se ha escrito el nombre de Necronomicón, pero, como digo, nada hay al respecto.

Además de los templarios que le hicieron ganar un hueco en el alma y en el corazón de los aficionados al fantastique (sobre todo, internacionalmente), Ossorio también realizó otras aventuras con su toque personal del pastiche alocado o demencial que, unido al bajo presupuesto de dichas películas, se transformarían en obras de un indudable regusto kitsch que son muy reivindicables para los aficionados de mente abierta. Estoy hablando de La noche de los brujos, Las garras de Lorelei, Malenka, la sobrina del vampiro o de Serpiente de mar. De estas 4, mejor quedarse con las 2 primeras.




Como señalábamos antes, Amando de Ossorio es uno de los grandes nombres del fantaterror hispano, una figura que bien merece una pequeña reivindicación por su honestidad y saber hacer.





jueves, 23 de marzo de 2017

RIP: Chuck Berry

Tenía 90 años pero su pérdida no es menos dolorosa. Uno de los grandes, uno de los padres fundadores de ese invento que se llama Rock 'n' Roll, sin duda, uno de los músicos más influyentes de todo el siglo XX.

Nacido en una familia de clase media, sus inquietudes musicales le llevarían a formar parte en varias bandas hasta que, mezclando diversos estilos musicales (Blues, Country, R&B...), daría con el género definitivo, creado por las diversas aportaciones de varios músicos.

Haciendo su célebre paso del pato en directo. Todo un gimmick imitado, por ejemplo, por Angus Young

El riff de guitarra de "Johnny B. Goode" es uno de los más conocidos e influyentes de todos los tiempos. Por suerte, y con gusto, es homenajeado en esa grandísima película que es "Regreso al futuro (Back to the future)", donde Marty McFly lo interpreta ante una audiencia qué, aún, no había sido asombrada con semejante pieza.

Por desgracia, en esa sociedad tan racista de la América de aquellos años '50 (su segunda mitad) no podía ver con buenos ojos como un músico de color triunfaba no solo ante los suyos. También atraía a las grandes masas de adolescentes blancos que caían hipnotizados ante ese ritmo infernal (decían). Es por eso, que tuvo unos desencuentros con la ley que acabarían con sus huesos en la cárcel.

Leonard Chess, de Chess Records en Chicago, grabó sus primeros éxitos.

Pero, aunque le privaron de un reinado que, sin duda, merecía, pudo volver y conseguir un éxito más moderado. No obstante, sufrió de problemas económicos por su mala gestión y por la carencia de un manager que supiera trabajar con una mayor amplitud de miras.

En escena con Keith Richards (devoto admirador) y Neil Young. Realeza musical.

Admirado con devoción por los jóvenes ingleses protagonistas de la British invasión (The Beatles, The Rolling Stones, The Who y muchísimos más) que no paraban de interpretar sus temas, tuvo un gran reconocimiento como autor e intérprete. El mismo Bob Dylan, persona a la que le cuestan los elogios decía sin ningún pudor, que Berry debería estar al mismo nivel que Shakespeare. No seré yo quien discuta esa afirmación, desde luego.

Elegancia y estilo con una gran técnica a la guitarra y aptitudes vocales para unas letras cargadas de intenciones.

Sus años finales que vivió en su Missouri natal, transcurrieron con problemas económicos y giras para paliar éstos. En sus conciertos, a pesar de su edad, nunca faltaba la entrega y la energía que ya querrían muchos músicos más jóvenes.

Será imposible olvidar su aportación a la Música en tantísimas grandes canciones: Roll over Beethoven, Rock 'n' Roll music, Havana moon, Maybellene, etc. Lo mejor, es hacerse con un recopilatorio y admirar la grandeza de este hombre inmortal.