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viernes, 8 de abril de 2016

Expediente X


Acabo de terminar la temporada número 10 de Expediente X (The X-Files) la serie de TV creada por Chris Carter allá por el año de 1993. Solamente han sido 6 los episodios que se han emitido y, personalmente, me han dejado con ganas de muchos más.


Esta serie de TV fue un auténtico fenómeno cuando se estrenó. Y lo hizo, marcándose unas reglas propias en una época muy diferente a la actual, donde hay mucha más libertad por la mayor cantidad de cadenas (de pago) disponibles. Se estrenó en la Fox, (la cadena de los Simpson, conocida por su tendencia a la derecha política) con una temporada larga de 24 episodios. A lo largo de ésta, seguíamos las andanzas de Fox Mulder, agente del FBI especializado en casos especiales, y de Dana Scully, otra agente asignada como su compañera para tratar de desacreditar a Mulder.


Entre ambos se establece una química muy especial desde el principio. Los agentes se enfrentarán, como hemos dicho, a casos especiales, en los que es difícil una explicación racional. En ellos, tendremos una estructura autoconclusiva tipo "monster of the week", es decir, cada semana un caso diferente. Pero también, aparecerán rasgos de una subtrama que iría evolucionando a lo largo de toda la serie, con mayor o menor coherencia. Nos referimos a una trama de conspiración gubernamental para ocultar la vida extraterrestre. Todo ello, muy bien cocinado, con unas actuaciones bastante logradas y con unos buenos guiones para estructurar todo el conjunto, que seguía las directrices de su creador, Chris Carter.

Cuando se estrenó la serie en España, vino precedida de su enorme éxito en los EEUU donde acumuló una base de fieles masiva. El caso español, no fue diferente. Yo mismo, formé parte de ese fenómeno fan. Y es que no teníamos suficiente, siempre queríamos algo más. De hecho, me planteé con un colega del instituto el editar un fanzine centrado en la serie (eran los tiempos pre-Internet) pero, a pesar de haber hecho alguna cosilla, la cosa no cuajó.


Lógicamente, con una duración tan larga, aparecen grietas en una producción muy interesante y que iba a su aire. Resulta ahora curioso mirar atrás en el pasado y ver los episodios especiales (siempre uno por temporada). Cuando me refiero a especiales, dentro de una serie ya de por sí, particular, me refiero a auténticas salidas de madre. Y también, observar el cuidado en los detalles que había al principio, en las primeras temporadas. Pero pasó que perdí el interés por la serie cuando la trama se me hizo un poco cuesta arriba (creo que por la temporada 5 o 6, con una película estrenada en cine por medio) y abandoné. De hecho, sus últimas temporadas, ni llegaron a emitirse en Tele 5, que fue la cadena que la programó en España.


Cuando anunciaron que estaban interesados en recuperar la serie otra vez (hubo otra película en 2008) me pareció que, de nuevo, querían seguir explotando otra franquicia del pasado para traerla a las audiencias actuales. Afortunadamente, estaba equivocado.



La nueva temporada ha vuelto. Y lo ha hecho con las señas de identidad de la serie: la trama conspiranoica está ahí, así como los monstruos semanales. Y, el episodio especial, no podía faltar. La química entre los actores también sigue, aunque Scully ha envejecido bastante mejor que Mulder. Y, por supuesto, la música de Mark Snow también está presente (otro ingrediente esencial). Es que no ha cambiado ni la cabecera de la serie. Sigue siendo única en su género.


El impacto popular de Expediente X ha sido (y será) enorme. Por mi parte, espero ansioso a que llegue una nueva temporada.

Recuerden: la verdad está ahí fuera.




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