Fabulous!

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viernes, 28 de octubre de 2016

GIALLO





El giallo es un subgénero cinematográfico italiano cuyo nombre, como todo buen aficionado sabe, proviene del color (amarillo, esto significa giallo) que tenían las novelas de misterio y crimen que se publicaban en el país transalpino en los años '60 por la editorial Mondadori. La influencia de los géneros policíaco o del thriller e, incluso, del terror (que iría en aumento conforme se desarrollaba este subgénero) es esencial para entender el Giallo.

Su origen está en el éxito enorme de una película de Mario Bava, La muchacha que sabía demasiado de 1963, sin olvidarnos de la posterior 6 mujeres para el asesino. Es obvia la referencia al maestro Hitchcock, cuya sombra planea sobre el Giallo (de hecho, podría verse alguna influencia del Giallo en su película Frenzy (Frenesí) de 1972. Desde entonces, surgirá toda una plaga de títulos en esta línea.

El Giallo nace en Italia y es un producto, fundamentalmente italiano, aunque su sombra es muy alargada y, sobre todo, a través de las co-producciones, llegaría a la cinematografía de otros países como es el caso de España ya en los años '70. Títulos como Los ojos azules de la muñeca rota de Carlos Aured, con Paul Naschy, La corrupción de Chris Miller de Juan Antonio Bardem (un autor todoterreno) o La última señora Anderson de Eugenio Martín (un autor a reivindicar) serían representativos de esta tendencia. No quisiera dejar pasar un neo-giallo como es Los ojos de Julia (de 2010).

Es un subgénero con unas características muy marcadas:


  • las tramas siempre son muy enrevesadas, en muchos casos, carecen de verosimilitud (sobre todo, cuando hablamos de la resolución final, y con la identidad de los asesinos), teniendo mucha relevancia los componentes psicoanalíticos. Traumas en la infancia suelen aparecer con mucha frecuencia.
  • este rasgo se suele reflejar en lo formal, en un montaje extraño, de características surreales, lo que dota a los filmes de una gran belleza (algo, por otra parte, intrínseco del cine italiano de la época -desde finales de los '50 hasta mediados de los '70). Por otra parte, el flashback se convierte en un elemento narrativo bastante utilizado, dando pistas (a veces falsas) sobre la autoría de los crímenes mostrados en el film.
  • la violencia explícita (casi siempre contra las mujeres) adquiere un gran protagonismo, siendo realzada por, en bastantes ocasiones, una excelente fotografía en color. De hecho, son las escenas de los crímenes, en las que los realizadores se suelen recrear, mostrando una gran inventiva (los crímenes tienen más relevancia que la coherencia argumental en sí). Con el tiempo, la violencia se haría más y más explícita, convirtiéndose el Giallo en un antecedente directo del Slasher (en este punto, la influencia de Bahía de sangre de Mario Bava sobre títulos como Viernes 13 y sus derivados es más que evidente).
  • el título de la película suele ser bastante largo, con alusiones frecuentes a números, colores y a animales en diversas variaciones. Ejemplos ilustrativos serían los siguientes (aunque hay muchos más):
  1. Seis mujeres para el asesino de Mario Bava.
  2. El pájaro de las plumas de cristal, Cuatro moscas sobre terciopelo gris, El gato de las nueve colas todas de Dario Argento
  3. La tarántula del vientre negro de Paolo Cavara.
  4. Todos los colores de la oscuridad y La cola del escorpión de Sergio Martino.
  5. Una mariposa con las alas ensangrentadas de Duccio Tessari.
  6. Una lagartija con piel de mujer de Lucio Fulci.
Gialli (plural para Giallo) hay muchos. Unos merecen ser recordados y otros no. Pero, en cualquier caso, hay una gran cantidad de películas muy interesantes que podrían ser recuperadas perfectamente hoy en día (si salvamos algunos de los abusos estilísticos de la época, caso del zoom). Nombres como Mario Bava (el genio indiscutible del género fantástico en Europa junto con Terence Fisher), Dario Argento, Sergio Martino, Umberto Lenzi, Lucio Fulci, Duccio Tessari, Enzo G. Castellari, Antonio Margheriti y tantos otros eran grandes artesanos que sabían lo que hacían: proporcionar un excelente entretenimiento a los espectadores. No siempre acertaban, muchas veces se veían arrastrados a productos de bajo presupuesto pero, en otras, lograban recrear algunas atmósferas ciertamente llamativas.









Algunos títulos representativos de este subgénero serían:

  • 6 mujeres para el asesino 
  • Detrás del silencio 
  • El pájaro de las plumas de cristal 
  • 5 muñecas para la luna de agosto 
  • Bahía de sangre 
  • Torso 
  • La tarántula del vientre negro 
  • ¿Qué habéis hecho con Solange? 
  • El ojo del laberinto 
  • Sumario sangriento de la pequeña Stefania 
  • ¿Quién la ha visto morir? 
  • La dama rosa mata 7 veces 
  • Delirio caldo 
  • 7 muertes en el ojo del gato 

  • El asesino ha reservado 9 butacas 
  • Rojo oscuro 
  • Il  profumo della signora in nero 
  • La casa dalle finestre che ridono 
  • Murder obsession - Follia omicida 


sábado, 22 de octubre de 2016

The Crow y las snuff movies




















Recuerdo cuando en 1994 se estrenó The crow (El cuervo). La película venía precedida por una expectación importante ya que durante su rodaje murió, accidentalmente, su estrella y principal protagonista: Brandon Lee (hijo del gran Bruce Lee). Esto desató todo tipo de rumores (que si la maldición de Bruce Lee había continuado en su hijo, con su muerte dictada por las triadas chinas). La productora de la película decidió terminar el film con un doble y con la ayuda de efectos digitales para sustituir a su protagonista, queriendo con ello homenajearle.

Brandon maquillándose para el personaje. Las semejanzas con el Joker son evidentes.




Pero se especulaba sobre si la escena donde moría Brandon se había incluido en el montaje final de la película (obviamente no fue así). De ser esto cierto, The crow se convertiría en una snuff movie. Esto es, una película que contiene muertes reales. Esto es algo que estaba basado también en rumores, una especie de leyenda urbana sin ninguna base real.

Este tipo de películas eran algo propio de la época del vídeo. Me explico, el formato VHS, con su menor definición y su gran cantidad de grano en la imagen, contribuía a generar esa sensación de "realidad" que (teóricamente) era inherente a este tipo de películas. En determinados catálogos, se podían encontrar fácilmente. Con la salida al mercado del DVD y, más tarde, del Blu Ray, las snuff movies han desaparecido completamente del panorama. Bueno, siempre quedarán los noticiarios, cada vez más enfocados a impactar al espectador, donde, sin ninguna ética, puedes encontrar todo tipo de asuntos desagradables. Sin filtro. Como cantaba Axl Rose en Welcome to the jungle "if you got the money, honey, we got your disease".

Todo era un ejercicio de efectos especiales extremadamente realistas.
Estas snuff movies se dieron a conocer a principios de los años '90 cuando el actor Charlie Sheen, se topó con una de las cintas de la serie japonesa "Guinea Pig" (rodadas en esos años). Esto era  todo un catálogo extremo de barbaridades sin ningún tipo de argumento. Mi amigo de adolescencia, Segio "el Gore", compró la colección y, puedo afirmar, después de haber un par, que no valía la pena, salvo que fueras un fanático por los efectos especiales (como era su caso). El caso es que Sheen llamó alarmado al FBI temiendo que fuera una película real. Se inició una investigación y la productora de las películas tuvo que mostrar cómo las habían realizado. La cosa no llegó a nada más, salvo por una polémica, en la que un asesino en serie las tenía entre su colección particular.

"Me llamo Ángela y me van a matar". Interesante punto de partida de la ópera prima de Amenábar.
Una de las películas convencionales que contribuyó a este conocimiento masivo de este tema fue el primer film de Alejandro Amenábar, Tesis (1997). Una gran película aunque, con el tiempo, ha perdido algo de fuerza y de impacto, pero que supuso un soplo de aire fresco en el cine español. En ella encontramos a Bosco, el personaje encarnado por Fele Martínez, que tenía muchas similitudes con la juventud rebelde de mi época: era un joven fascinado por el género de terror y la música extrema. La actitud, la vestimenta, la manera de hablar... todo ello estaba, en mi opinión, bastante acertada (hablo basado en mi propia experiencia personal).

Fele Martínez podría haber pasado por uno más de nuestra pandilla.

Otra película, en este caso, todo un blockbuster dirigido por Joel Schumacher, Asesinato en 8 mm (8 mm) contribuyó a difundir, aún más si cabe, en el tema de las snuff movies. El film, un convencional policíaco con una atmósfera malsana, estaba protagonizado por el hoy defenestrado Nicolas Cage (¿alguien recuerda una peli tan enloquecida como Besos de vampiro? -genial muestra ochentera de serie B con Cage a reivindicar ya, como tantos otros títulos) y por James Gandolfini, nos sumerge en un mundo oscuro pasado por el filtro de Hollywood. De nuevo, la asociación Heavy Metal (el tal Machete iba con camisetas de Danzig y era fan de esta música) y la perversión moral se hacía realidad. Algo que a mi me asqueaba personalmente. Sí, era (y soy) un fan del Heavy Metal y del Terror, pero no ningún monstruo, que quede claro.

Podría haber sido algo mejor de lo que es, un entretenimiento aceptable sin más.


Bueno, vamos a ir cerrando este somero repaso a este submundo pseudo-cinematográfico (por lo que se refiere al snuff) con un pequeño recuerdo al género Mondo, que tuvo su parte de culpa en la creencia de las películas reales. Si no, que le pregunten a Ruggero Deodato por Holocausto caníbal, que iba de falso documental y que casi le costó la cárcel.

El realismo exagerado (para la época) más las triquiñuelas que se usaron con la prensa levantaron una gran polvareda y una polémica que le llevó a Deodato a dar explicaciones y a sacar "del armario" a los actores de la película. Recordemos que eran periodistas que, al encontrar una tribu de caníbales en una isla perdida, morían, quedando las imágenes grabadas para deleite y/o escándalo del (ingenuo) público.

Antes de acabar, me gustaría volver al principio. A The crow. Una película con una gran atmósfera, un auténtico título de culto dirigido por un interensantísimo y joven Alex Proyas (el director de la genial Dark City) y con una banda sonora excelente, tanto el score de Graeme Raevell como la música Rock del disco, llena de estupendas canciones del Rock alternativo de la época (NIN, The Cure, Helmet, Rage against the machine...). Por el argumento (que se inspira en el cómic underground creado por James O'Barr) es una típica película de venganza desde el más allá, aunque está rodada de un modo diferente, con un gran estilo que influenciaría a las películas y series de super-héroes de nuestros días (con esa oscuridad y lluvia permanentes, el malo carismático y su banda de secuaces -cada uno con su estilo, el look del renacido Eric Draven...).



Para profundizar sobre ella, recomiendo el excelente programa que han perpetrado los chicos de Carne de videoclub con Paco Fox y Carlos Pacheco como invitados de excepción. Mientras escribía esto, ellos se acordaron de rememorar esta excelente película.
Alguien se quedó mi copia del disco. Una de las mejores bandas sonoras rockeras (junto con la de la mediocre película Judgement night) en mi humilde opinión

A verla y a escuchar el podcast de Carne de videoclub.