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viernes, 13 de marzo de 2020

Diccionario de cine: Cult movie

En los tiempos que corren, en los que los elogios a lo mediocre se suceden con casi cada nuevo estreno en televisión o en la gran pantalla, muchísimas veces, se desvirtúan las palabras. Así, cada poco, nos encontramos con una nueva película o serie de culto. Pero, ¿qué es, en realidad, una película de culto.


Cuando hablamos de cine de culto, nos referimos a una película que, en el momento de su estreno, pasa con una escasa repercusión (por los motivos que sean). Con el paso del tiempo, poco a poco, esa obra comienza a recibir atención y a ser reivindicada, en muchos casos, como adelantada a su tiempo.
El ejemplo más característico de lo que es un film de culto sería, creo que hay pocas dudas al respecto, The Rocky Horror Picture Show.


En su imprescindible libro Midnight movies, Jonathan Rosenbaum y J. Hoberman, seleccionan una serie de películas y analizan su influencia en la subcultura (y en el imaginario colectivo de algunos) que se han convertido en auténticos clásicos de culto: Eraserhead (Cabeza borradora) de David Lynch, Pink Flamingos de John Waters o, la ya mencionada, The Rocky Horror Picture Show, dirigida por Jim Sharman sobre un musical de Richard O'Brien, serían ejemplos bastante representativos de películas de culto por numerosos (y diferentes) razones.


No debemos confundir, en mi opinión, cine independiente con cine de culto. Una cosa no tiene por qué estar relacionada con la otra. Pueden surgir películas de culto dentro del cine convencional (o mainstream) y, desde luego que no todas las películas independientes son de culto.

Últimamente, y creo que es por el fenómeno de la nostalgia que nos invade a las personas cuando alcanzamos una cierta edad y rememoramos nuestros años de infantes y adolescentes, en los que nos convertimos en lo que somos ahora, es cuando nos ponemos a recordar ese material de cultura popular que nos impactó en su momento. Esas películas italianas de serie B que pasaban por televisión cuando menos te lo esperabas, esos especiales de cine de Terror de Roger Corman, las películas de la Hammer reinventando los monstruos clásicos a todo color...


Esos recuerdos alimentan una nostalgia que, en mi opinión, creo que, a veces, se confunde con el culto. El cine de culto, por motivos evidentes, no puede ser muy abundante. Y menos aún, en los tiempos actuales, donde (casi) todo está disponible al alcance de un click. Lo verdaderamente oscuro, cada vez lo es menos. Así que no confundir.




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