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domingo, 5 de marzo de 2017

BLAXPLOITATION

El carácter de explotación del cine ha existido desde sus mismos orígenes. Siempre buscando un público ansioso de ver un determinado tipo de contenidos o de repetición de las pautas exitosas de otros filmes o productos culturales.

En el caso concreto que hoy nos ocupa, además, esa explotación estaba dirigida a un sector concreto del público: las audiencias de color, que, cada vez más, estaban convirtiéndose en un público que demandaba unos contenidos específicos con tramas y personajes que fueran representativos y carismáticos para ellos.

Si bien, la Blaxploitation ya existió desde muy temprano (a este respecto, es genial el artículo escrito por Javier G. Romero en el número 1 de su excelente publicación Cine-Bis -sin ninguna duda, es lo mejor que hoy se publica sobre cine en nuestro país), cobrará una mayor importancia a finales de los años '60, consolidándose en los '70. Son los años del Black power, que los movimientos de protesta masivos por los derechos civiles extendieron por ese gran país que es Estados Unidos. James Brown cantaba "Say it loud! I'm black and I'm proud!".


La población afroamericana deseaba ver en pantalla grande a tipos que fueran como ellos, que vivieran en sus barrios, que lucharan contra la injusticia de la discriminación racial. Publicaciones como Ebony (no olvidemos que era la lectura de noche del detective John Shaft), el equivalente a Playboy, se editaron entonces con mucho éxito.


Si en la época triunfaban las películas de policías y detectives, el cine de terror, la ciencia-ficción, el western... las películas de Blaxploitation adaptaban esos géneros para el espectador de color. Es así como se llenaron las carteleras de títulos, como mínimo, llamativos. Pero, de entre todos ellos, destacaron varias películas o personajes que brillaron con luz propia. Vamos a por ellos.


  1. Shaft: el detective John Shaft, creado por el escritor Ernest Tidyman, es, sin ninguna duda, uno de los personajes más destacados del fenómeno Blaxploitation. Enfundado en su chaqueta de cuero, se dedica a investigar los bajos fondos para resolver casos con una chulería sin igual. Interpretado por Richard Roundtree, Shaft sería el protagonista de una trilogía de películas desigual: Las noches rojas de Harlem (Shaft), Shaft vuelve a Harlem (Shaft's big score) y Shaft en África. Las 2 primeras fueron dirigidas por Gordon Parks y la última por John Guillermin (director blanco, lo que acredita el enorme éxito de este personaje y que atrajo el deseo de los grandes estudios). En el año 2000, Shaft fue objeto de un remake o reboot encarnado por Samuel L. Jackson (¡cómo no!) en el que Roundtree tiene un papel secundario como tío del protagonista.
  2. Cleopatra Jones: Tamara Dobson da vida a esta agente especial encubierta del gobierno que tiene una clase sin igual. Protagonizó 2 películas de acción bien resueltas: Cleopatra Jones y Cleopatra Jones y el casino de oro
  3. Blacula: en Blacula y en Scream, Blacula scream! vemos la interpretación de un personaje clásico del terror como es Drácula, adaptado para el público de color. Interpretado por un actor clásico como William Marshall, dotó de un aura de seriedad al personaje que lo hizo muy carismático para todos los aficionados. Un Drácula urbano y funky. Sin duda alguna, una aproximación al personaje novedosa, fresca y bien hecha.
  4. Pam Grier: ciertamente, se trata de la actriz más reconocible del fenómeno Blaxploitation. Sus películas Coffy y Foxy brown resultan buenos ejemplos del mismo. Su carrera continuó más allá de la moda del Blaxploitation, y fue rescatada por Tim Burton (en Mars attacks!) y por Quentin Tarantino (en Jackie Brown -de hecho, el título hace referencia a uno de sus papeles más destacados).
  5. Fred Williamson: el actor, anteriormente jugador de fútbol americano, conocido como "The hammer" desarrolló una carrera interpretativa en la que se convirtió en un icono del Blaxploitation con personajes inolvidables como el que hacía en Black ceasar o The godfather of Harlem, película dirigida por el blanco Larry Cohen y que es un pequeño clásico con una banda sonora increíble firmada por el mismísimo James Brown. Una de las grandes películas negras.
  6. Superfly: el macarra camello interpretado por Ron O'Neal (también se encargó de dirigir la segunda parte) con un carisma increíble supone otro de los momentos destacados del Blaxploitation. Su primera película, con esa inolvidable banda sonora de Curtis Mayfield, logró desatar la polémica en la población de color por la glorificación de un personaje de esa dudosa moralidad. Por eso, en la secuela, acabó ajusticiado.
Este fenómeno renació fugazmente en los años '90 y en los primeros años de los 2000 con títulos como New Jack city, American gangster, Do the right thing (esta última es anterior, de finales de los '80) entre otros. Fue una moda efímera y dispersa en el tiempo pero que sirvió para que tipos como Ice T o Ice Cube iniciaran carreras en el cine.

De lo que no hay duda, es de la Blaxploitation original dejó personajes y películas memorables. Serán mejores o peores, pero siempre productos de una época y un momento muy concretos con unas características particulares. Cómo olvidar engendros como Blackenstein, Abby, The thing with two heads y tantas otras películas que nos han hecho pasar tantos buenos ratos.



martes, 22 de diciembre de 2015

Mis primeros recuerdos terroríficos

Se considera que el cine nació el día 28 de diciembre del año 1895. Ese día, los hermanos Lumiére en París proyectaron algunos de sus primeros films al público. Desde esa fecha en adelante, este invento llamado cinematógrafo, fue evolucionando sin parar, conformando un nuevo lenguaje artístico que se convirtió en la forma de entretenimiento masiva hasta nuestros días. Pero de este tema se hablará en otro momento.


En mi caso personal, mi primer acercamiento a un cine fue con mi primo José que me llevó a un cine de barrio, de estos que proyectaban películas que no eran de estreno, sino que reponían películas más antiguas o hacían dobles sesiones de películas de bajo presupuesto. En este caso, el doble cartel que tenía este cine de Alcantarilla (hoy tristemente cerrado desde hace bastantes años) era una doble sesión de terror, de terror animal para ser más concretos. Alligator (La bestia bajo el asfalto, Lewis Teague, 1980) y Razorback (Los colmillos del infierno, Russel Mulcahy, 1984).


Tengo vagos recuerdos de este bautizo cinematográfico, aunque algunas imágenes del cocodrilo y del jabalí (de tamaños gigantescos) poblaron mis sueños durante algún tiempo. No es de extrañar, por tanto, mi gusto por el cine de Terror que se ha transformado en pasión.


Otras imágenes que se transformaron en pesadillas durante mi infancia fueron las siguientes:

  • El niño vampiro de "Regreso a Salem's Lot" que vi por televisión. Aquellos ojos me acompañaban por los lugares oscuros de mi casa.

  • El monstruo de "Aquella casa al lado del cementerio" de Lucio Fulci. En este caso, en casa de mi primo José (otra vez) de Alcantarilla. Ese Dr. Freudstein (qué nombre) de ecos lovecraftianos me acompañó durante años en mis pesadillas. De hecho, tardé bastantes años en poder volver la peli.
  • La escena en la que Blacula (el Drácula negro) sale de la morgue y ataca a su primera víctima por sorpresa me dejó helado. De nuevo fue la televisión la culpable, en un pase por la mañana temprano.

  • La serie de anime de Drácula de la productora Toei que pasaron en el programa infantil matinal de navidades Mazapán, presentado por Teresa Rabal y Torrebruno. Y aquí, el miedo vino por sorpresa porque eran dibujos animados pero este Drácula era muy sanguinario y cruel.

  • Por supuesto, no podía dejar de hablar del Drácula definitivo, me refiero al personaje inmortalizado por, el recientemente fallecido, Christopher Lee. Esos ojos inyectados en sangre siempre me dieron cosica.
     Bueno, me despido y os deseo dulces sueños.