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viernes, 22 de julio de 2016

Nostalgia 80s: V

Seguimos con los artículos dedicados a la nostalgia centrados en los años '80. Está claro que la nostalgia vende. Solo hay que echar un vistazo a la cartelera de cine o a la programación de las distintas cadenas de TV. Todo vuelve, con mayor o menor acierto, pero todo vuelve.

Desde este pequeño rincón, solamente me quiero centrar en cosas que me gustan o me marcaron. Y hoy vamos a hablar de "V (Los visitantes)", tal y como se llamó en España. V es una serie de TV que se emitió entre 1983 y 1985 y que, para todos aquellos que la vimos (la mayoría de los treintañeros de ahora) nos impactó enormemente.

Hay que recordar que, entonces, en España solo teníamos 2 canales de TV: la 1 y la 2. Y V, la serie, se publicitó a bombo y platillo. Recuerdo que estaba de visita a mi abuela cuando llegué y puse la tele y vimos a Donovan infiltrado en una nave de los invasores y descubre su verdadera apariencia reptiloide y sus apetitos carnívoros, en especial, por reptiles y roedores.

















Esa imagen de los visitantes comiendo animalicos con su apariencia real de reptiles fue todo un shock para un chaval de unos 6 ó 7 años que tendría por entonces. Los chavales nos volvimos locos con V y se inició todo un fenómeno en torno a la serie. La revista Teleindiscreta (todo un referente para las emisiones televisivas españolas durante muchísimos años) publicó una serie de historias en formato pseudo-cómic en torno a V y, también, una serie de pegatinas con imágenes de la serie.

Además, la compañía Fiesta, la del Kojak, se hizo con los derechos para sacar unos ratones de gominola a 10 pesetas (2 duros de la época, que era bastante caro, todo sea dicho). Con éstos, podíamos emular a los personajes de V.

Y qué podríamos decir del personaje de Diana, la mala malísima de la serie, encarnada por Jane Badler. Toda una belleza que enamoró a más de uno (y de dos, entre los que me incluyo). Esas imágenes suyas enfundadas en el uniforme que vestían los visitantes (de claros rasgos fascistas - un elemento fundamental en el planteamiento de la serie) son muy evocadoras.

En cuanto al argumento, muy sencillo.No estamos hablando de Battlestar Galactica (una de las mejores series de TV de toda la historia, de la que ya comentamos algo aquí). Una serie de naves extraterrestres visitan la Tierra en son de paz. La realidad escondía una invasión en toda regla. A partir de aquí, una lucha entre los invasores y un grupo de resistencia armado. Como decía antes, en el discurso narrativo de la serie, se planteaban algunas referencias en torno al fascismo y su apariencia que, en la época, se nos antojaban un poco complejas para unos chavalines, pero hay están.


Referencias al nazismo (los uniformes, el logo de los visitantes, las armas...); al régimen de apartheid de Sudáfrica (por la segregación de la población ocucpada); e incluso a los experimentos con humanos que evocan la figura del tristemente célebre doctor Joseph Mengele se encuentran en la serie.

La serie tuvo una duración relativamente corta a pesar del enorme éxito que cosechó, dejando la trama con posibilidad de continuación. Sin embargo, V volvería en forma de remake en el año 2009 por solo 2 temporadas en la cadena NBC (antes de la serie, se publicó una novela ambientada 20 años tras el final de la serie de TV original).

Hoy día, más de 30 años después del final de la serie original, aquí estoy hablando de V. Está claro que esos recuerdos que dejó aún permanecen en mi memoria y, seguramente, me acompañarán por más tiempo. ¿Volvería a ver la serie? Lo cierto es que no. Prefiero mantener mis recuerdos tal y como están ahora, aún maravillados por la magia que envolvió hace 30 años y por la cautivadora belleza de Diana en su uniforme.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Battlestar Galactica

Principales actores de Battlestar Galactica 2003. De izquierda a derecha: Edward James Olmos, Mary McDonnell, Jamie Bamber, Katee Sackhoff, Tricia Helfer, James Callis y Grace Park.
Después de varias semanas de parón por diversos motivos me decido a retomar la actividad del blog.
Y, aunque tengo varias cosas pensadas para publicar (algunas incluso en desarrollo), hoy me decido a hablar de una de mis pasiones. Una pasión que se ha visto reavivada por los recientes artículos (excelentes y muy profundos) publicados en la revista cultural Jotdown y por el extenso especial dedicado por los chicos del podcast La órbita de Endor. Ambos muy recomendables para quien ya ha visto la serie (dejo los enlaces al final).

Se trata de Battlestar Galactica. Es decir la serie de televisión que se emitió desde 2003 y que revolucionó el género de la ciencia-ficción. Lo hizo de un modo tal, que aún hoy se busca una serie heredera, pues muchas series lo han intentado y todas se han quedado en el camino.

El caso es que Battlestar Galactica es un remake de una serie homónima surgida en 1978 a rebufo del éxito de Star Wars, pero supera con mucho a su original. Y esto, no es algo que podamos decir casi nunca. Lo que en la serie original era una ficción destinada a un público juvenil con unas similitudes más que evidentes con La guerra de las galaxias (es decir, un claro exploit en toda regla), en la reimaginación (es el término que utilizaban sus artífices) de 2003 va mucho más allá.

Battlestar Galactica original de 1978
Uno de los Viper o cazas de combate que emplea Galactica para su defensa. Aquí se respetó el diseño original de la serie de 1978, que, a su vez, se inspiraba en los X-Wings de Star Wars
Lo cierto es que la serie de 2003 toma como premisa argumental las líneas generales del producto original para desarrollar algo más maduro y con gran personalidad. Sin duda, una de las mejores series de televisión de todos los tiempos, al lado de The Wire y The Sopranos. Estoy seguro de que, cuando no aparece en las listas de las mejores, es por lo que llamo el "prejuicio del género", esto es, que los productos culturales (ya sean música, literatura, cine o televisión) de género tienen menos valor cultural que los "artefactos de autor".




Partiendo de una premisa propia del género de ciencia-ficción, durante todo el desarrollo de la serie vamos a asistir a una profunda reflexión sobre la humanidad y sus problemas. Una reflexión bastante más profunda de la que podemos encontrar en otros productos de autor o no genéricos en mi modesta opinión. Como anécdota, diré que llegué a la serie por recomendación de un amigo que la veía sin la compañía de su pareja. Yo me disponía a hacer lo propio, aunque, finalmente, mi mujer y yo acabamos viendo la serie juntos, y, los dos, nos hicimos fans de ella para siempre.

Y es que esta Galactica reimaginada tiene muy presente los acontecimientos, aún recientes, de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Guerra, religión, odio, fanatismo, derecho a la vida, aborto, eutanasia, libertad, derechos, el enfrentamiento entre el poder civil y el militar... Tenemos de todo en el mensaje, profundamente humanista, que impregna el tono de la serie. No quiero estropear a alguien que lea estas líneas la trama. Yo mismo, echo de menos la sorpresa inicial que me deparó su primer visionado.Solamente diré que todo parte de un conflicto entre la humanidad y los cylon, una raza de robots creada por el hombre y que se rebela contra él. Este conflicto pone sobre las cuerdas la supervivencia misma de la raza humana y sirve para destacar aspectos tremendamente humanos como los esbozados arriba.

Cylon de 2003, con un diseño mucho más estilizado que los de la serie original

Ahora que he vuelto a revisitar la serie, no me sorprendo de la tremenda calidad que subyace a un producto televisivo tan cuidado como éste. Ya me encandiló en su momento, pero ahora aprecio, aún mejor si cabe, algunos aspectos como los siguientes:


  • El guión, muy sólido, que respalda una trama cerrada en la que se ofrecen distintos puntos de vista y se cuidan mucho los detalles.
  • Los personajes, con unos principales que están muy bien delimitados y presentan diversas aristas y matices, y unos secundarios, que adquieren bastante protagonismo en muchos momentos, lo que enriquece la trama.
  • El trabajo de ambientación, bajo mi punto de vista, muy logrado y que no chirría. Digo esto a sabiendas de la serie se estrenó  en 2003 y los efectos especiales han avanzado muchísimo. Pero, el hecho de no hacer recaer la serie en efectos digitales (en su mayoría hay mucho trabajo de maquetas que se complementa con CGI) hace que la serie haya envejecido muy bien.
  • El desarrollo de tramas a lo largo de varios episodios que podríamos llamar especiales, junto con otros de trama auto-conclusiva contribuyen a dinamizar la línea argumental principal, completando detalles.
  • La utilización de los cliffhangers, que hacen que al acabar cada episodio siempre te quedes con ganas de más. Pocas veces, he tenido la sensación de adicción que provoca el visionado de esta serie, especialmente en la primera temporada, donde no hay momentos para la tregua.
Otra cosa que me gustaría comentar y que pasé por alto la primera vez fue la de los episodios publicados en Internet (webisodes) que anticipaban aspectos de las tramas que se iban a desarrollar en temporadas posteriores. En este sentido, no recuerdo ninguna otra serie televisiva que haya hecho esto anteriormente y, si bien, se puede perfectamente, seguir su desarrollo sin verlos, es algo que dice mucho de cómo se cuidaba a los espectadores. Pues, de este modo, se calmaba la ansiedad producida al acabar una temporada, por ejemplo, la segunda donde te quedabas sin aliento.

Para ir acabando, pues no me quiero extender más de la cuenta indicaré la estructura temporal de la serie:

  1. Miniserie o temporada 0 que consta de 2 episodios. Son fundamentales para el desarrollo de la(s) trama(s) posterior(es).
  2. Temporada 1. Son 13 episodios que no dan tregua al espectador.
  3. Temporada 2. Consta de 20 episodios.
  4. Temporada 3.